Javier Burón, experto en vivienda: «Madrid y Barcelona se han vuelto ciudades del pasar, no del estar»

El autor de 'El problema de la vivienda' analiza la crisis residencial actual y advierte que lo que ocurra con la vivienda en nuestras principales ciudades determinará "nuestro presente y futuro productivo"

Javier Burón, experto en vivienda: «Madrid y Barcelona se han vuelto ciudades del pasar, no del estar»

La crisis de vivienda en España tiene su epicentro en las grandes ciudades, donde una población cada vez más flotante está desplazando a quienes buscan establecer un proyecto de vida estable. Según Javier Burón, uno de los mayores expertos en vivienda del país y actual director gerente de NASUVINSA (empresa pública de vivienda del Gobierno de Navarra), estamos generando «ciudades del pasar, no del estar», un fenómeno impulsado por el exceso de liquidez global que ve en el ladrillo una inversión segura pero que está expulsando a la población local.

«El problema de la vivienda —dice Burón en el podcast de Arpa Talks, en conversación con el editor Álvaro Palau Arvizu— es que hay mucha liquidez en el planeta, y eso significa que es una inversión muy segura y muy tranquila. Eso no es malo, lo que pasa es que cuando se concentra en exceso en las ciudades, genera externalidades», explica Burón. Este diagnóstico revela una de las principales tensiones actuales: mientras los inversores buscan rentabilidades altas y rotación constante, lo que realmente necesitan las ciudades son «ciclos más largos y precios más conectados con los salarios locales».

La situación alcanza niveles críticos en puntos como los archipiélagos, donde economías prósperas ni siquiera pueden alojar a su propia fuerza de trabajo. «Estamos hablando de islas con sectores económicos muy orientados a determinado mix, que incluye mucho turismo, que les cuesta tener cirujanos y cirujanas en los hospitales públicos», señala el experto. Después vendrían Madrid y Barcelona, nuestras «ciudades estado» convertidas en nodos globales donde los precios inmobiliarios están expulsando a gran parte de la población trabajadora.

Un fenómeno especialmente preocupante es el aumento del alquiler temporal. Según datos recientes del Observatorio de la Vivienda de Barcelona, la oferta de viviendas de alquiler temporal ha pasado de menos del 10% a casi el 30%, un incremento que distorsiona todo el mercado. Como indica Burón, «están utilizando fraudulentamente el alquiler de temporada para ir ofreciendo alquileres de 11 meses uno detrás de otro, siempre a las mismas personas, porque eso es un fraude de ley. Y esto está ocurriendo».

El problema tiene implicaciones que van más allá de lo social. Como señala el experto, «si te estás jugando mucho en tus 10 o 12 ciudades claves, de gente entre 25 y 45 años, ya lo siento, nos estamos jugando nuestro presente productivo y nuestro futuro productivo». No es solo una cuestión de justicia social, sino de «pura eficiencia económica», pues cuando los trabajadores cualificados no pueden vivir en las ciudades donde se concentra la actividad, toda la economía se resiente.

Frente a este panorama, Burón se muestra «pesimista porque la situación es muy complicada», pero a la vez mantiene cierta esperanza: «Me resisto a pensar que mi país se va a suicidar, porque ha hecho muchas cosas bien en términos históricos en otras cosas, y porque disponemos de los medios para poder hacer las cosas bien». La solución pasaría por generar una infraestructura público-privada que permita «viviendas con precios por debajo de los del mercado» y un «espacio residencial de confort» en nuestras ciudades.

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